El Flexicar Fuenlabrada pierde en Alicante 91 – 86. Es la sexta derrota consecutiva, pero esta es bien distinta a las anteriores. El partido resultó emocionante, con alternativas alocadas en la primera parte y un pulso permanente tras el descanso. Todo se resolvió en los últimos minutos.
Sensaciones encontradas para cualquier aficionado del Flexicar Fuenlabrada tras el encuentro. Es para estar jorobado por la sexta derrota de carrerilla de los nuestros. Es para estar contento por la evidente mejoría del equipo. Fastidiado también estará el seguidor por encajar un parcial de 24 – 1 en apenas cinco minutos del primer cuarto. Orgulloso, sin embargo, por la reacción posterior que nos llevó a ponernos por delante tan solo un ratito después. El pulso ya duró hasta el final. Lo que seguro que impera en cada uno de ellos son las ganas de reencontrase con el equipo el sábado en el Fernando Martín.
Lo de la primera parte de hoy tiene difícil explicación. Para bien y para mal. También es cierto que esto de los parciales es cada vez más habitual en el baloncesto dado el predominio del triple y el altísimo ritmo de juego que buscan casi todos los equipos. Pero lo de hoy fue llamativo:
Buenísima actividad defensiva del Flexicar Fuenlabrada de inicio y 0 – 6 tras tres minutos.
A ello le siguen cinco minutos de absoluta desaparición en los que nos fuimos difuminando en ataque y, lo que es peor, permitiendo al rival anotar en transiciones comodísimas tanto desde el triple como desde dentro de la zona. Parcial de 24 – 1.
Acto seguido resurgimos. Primero desde la línea de tres y con ese impulso entonándonos de nuevo en la defensa. Pim pam, pim pam, y ahora somos nosotros los que logramos un parcial de 2 – 20.
Apenas sumábamos quince minutos de juego y ya habíamos visto tres partidos en uno. Su resultado global era de 31 – 32 en nuestro favor.
De ahí en adelante todo se equilibró. Con los alicantinos ligeramente por delante (45 – 41 al descanso), pero con el Flexicar Fuenlabrada siempre dando la cara (62 – 63 al final del tercer periodo). Sin Benite, expulsado por una falta descalificante, y sin Mateo Díaz, eliminado por cinco personales, en el último tramo anduvimos algo cortos de efectivos. A pesar de ello, llegamos al minuto final con opciones reales de triunfo: 85 – 82. Entonces, un triple muy meritorio de los locales ante nuestra buena defensa y sobre la bocina de posesión resultó prácticamente decisivo.
Lo dicho. Mezcla de sensaciones para el aficionado fuenlabreño. Lo que es seguro es que el espectador neutral que lo haya visto ha presenciado un partidazo de baloncesto. Vamos a por otro el sábado en el Fernando Martín. Será a las 18:30 horas ante el Súper Agropal Palencia. Eso sí, empujemos todos para que el resultado final nos sonría.
Departamento de Comunicación del Flexicar Fuenlabrada.
Foto del Lucentum Alicante. Manchón penetra a canasta.


