Skip to content Skip to footer
0 items - $0.00 0
Club

Flexicar Fuenlabrada

Bienvenido a nuestro club

En Baloncesto Fuenlabrada, no solo somos un equipo, somos una familia. Desde nuestra fundación, hemos llevado los colores de Fuenlabrada con orgullo, defendiendo valores como el esfuerzo, la superación y el compromiso con nuestra afición.

Somos un referente en el baloncesto español, compitiendo al más alto nivel con la humildad y la garra que nos caracterizan. Pero más allá de los resultados, lo que nos define es nuestra conexión con la ciudad y nuestra cantera, donde formamos no solo a grandes jugadores.

Nuestra historia

Fundado en 1983, el Baloncesto Fuenlabrada ha crecido desde las categorías inferiores hasta consolidarse en la élite del baloncesto nacional. Con décadas de historia, hemos vivido momentos inolvidables, contando con jugadores y entrenadores que han dejado huella en el club y en el deporte.

Un equipo de grandes leyendas

El Baloncesto Fuenlabrada ha sido, a lo largo de su historia, cuna de auténticas leyendas que han vestido nuestra camiseta con orgullo y nos han hecho vivir inolvidables.

Hoy, esa tradición sigue viva: nuevas generaciones asumen el reto de honrar su historia mientras escriben su propio capítulo. Porque el Fuenla se construye con el sudor de sus héroes, los de ayer y los de hoy.

Temporada a Temporada

Desde aquel primer partido en 1983 hasta hoy, cada temporada del Baloncesto Fuenlabrada es un capítulo de una gran hazaña colectiva. En esta sección revivimos la historia completa del club: campañas de ascenso que hicieron vibrar la ciudad, temporadas en la élite con noches inolvidables en la ACB, y esos partidos que quedaron grabados a fuego en la memoria de nuestra afición.

Aquí encontrarás los datos, las anécdotas y los protagonistas de cada curso: desde las plantillas que hicieron historia hasta los momentos clave que definieron épocas. Un viaje en el tiempo para recordar cómo el esfuerzo, la ilusión y el baloncesto puro han forjado la identidad de un club que late al ritmo de Fuenlabrada.

🔵⚪ El Fuenla es su historia. Esta es tu casa para recorrerla.

Temporada

2023 -2024

La campaña 2023/2024 fue la del regreso a la segunda categoría del baloncesto español tras casi dos décadas consecutivas en ACB. El cambio supuso también la confección de una plantilla nueva casi en su totalidad en la que solo permaneció el canterano Rodijs Macoha.

El retorno de Tomás Bellas y el fichaje de Tanner McGrew suponían la punta de lanza en el mercado de fichajes. Junto a ellos llegaron Mateo Díaz, Edu Durán, Petar Aranitovic, Blaz Mesicek, Jorge Bilbao, Khadim Sy y Joey Van Zegeren. En el banquillo el club apostó por Toni Ten, un entrenador experto en la LEB Oro. Más tarde Osas Ehigiator y Víctor Moreno, ambos desarrollados en nuestras categorías de formación, reforzarían la plantilla.

La pretemporada vivió un capítulo extraordinario con la visita a Belgrado para jugar ante el Partizan un partido jugado al aire libre en un escenario (el Stadion Tasmajdan) y con un ambiente simplemente inolvidables.

El arranque liguero fue muy dubitativo, con una cosecha de solo dos victorias en las primeras nueve jornadas. Posteriormente el equipo alternó grandes victorias como la conseguida en A Coruña ante el Leyma, a la postre campeón, con actuaciones nefastas.

Las llegadas de refuerzos a lo largo de la temporada, véase Pato Garino, Malik Abu y Jordan Swing, ayudó a asentar al equipo y que el trabajo realizado desde agosto comenzara a dar sus frutos. Así, protagonizamos un esprín final de temporada espléndido. Tan es así que pasamos de luchar por evitar el descenso a rozar las eliminatorias por el ascenso. Finalmente nos quedamos muy cerca, pero fuera de los playoffs.

En cantera, el equipo de Liga EBA perdió la categoría, si bien hubo un buen ramillete de alegrías como un elevado número de convocados por la federación o la clasificación del equipo infantil entre los ocho mejores de España.

Temporada

2022 -2023

La campaña 2022/2023 suponía la número 25 de nuestro club en la ACB. Todo un logro. Y un buen motivo para crear un nuevo escudo que identificara al Baloncesto Fuenlabrada. Casi al mismo tiempo llegó Carplus como patrocinador principal. Además, cambiamos el proveedor técnico para comenzar a trabajar de la mano con Kromex.

Deportivamente veníamos del impulso y del alegrón del esprín final de la anterior campaña y crecíamos en número de abonados para situarnos en la cifra más alta de la última década. Para confeccionar la plantilla se apostó por una mezcla de jugadores experimentados y de calidad contrastada (Hannah, Senglin, Novak, Eyenga, Ristic, Kromah, Beirán) y de jugadores jóvenes (Bagayoko, Macoha, Ehigiator, Savkov, Fernández).

Además, en la pretemporada vivimos un capítulo maravilloso de nuestro enlace fraternal con el Partizan de Belgrado. Con motivo del trigésimo aniversario de que jugara aquí la Copa de Europa y de que acabara proclamándose campeón continental, el equipo serbio con Zeljko Obradovic a la cabeza visitó Fuenlabrada para jugar un precioso y emotivo partido amistoso. 

Metidos ya en la competición liguera oficial, tras la tercera jornada y con tres derrotas se decide cambiar de entrenador, pasando José Luis Pichel a ocupar el puesto de Josep María Raventós. Se ponía así fin a la etapa de Raventós en nuestro club tras siete años de provechosa relación.

Con Pichel al frente los resultados mejoraron y sumamos tres triunfos en cuatro partidos. Sin embargo, nos fuimos al parón de las ventanas FIBA con la muy mala noticia de la lesión de gravedad de Bagayoko. Y a la vuelta del parón ya todo fue a peor. Encadenamos una derrota tras otra y se sucedieron los cambios en la plantilla en busca de la reacción. Pero la reacción no llegó. Tampoco fue suficiente el regreso al club de Óscar Quintana, el entrenador que más partidos ha dirigido en nuestra historia en la élite y con el que más éxitos hemos conseguido. 

Tras el balance de tres triunfos y cuatro derrotas de la séptima jornada, acumulamos veintiséis derrotas en los siguientes veintisiete partidos para un balance final de 4 – 30. Acabamos en último lugar con el descenso certificado matemáticamente tras la jornada 29.

La única buena noticia de los meses finales fue ver la respuesta de nuestros jóvenes jugadores, personalizada especialmente en Malique Lewis. Los canteranos dieron un paso al frente y demostraron estar dispuestos y preparados para jugar en unas condiciones difíciles.

Precisamente de las categorías de formación nos llegaron otras alegrías como las que protagonizaron el júnior A y el infantil A disputando a buen nivel la fase final del Campeonato de España.  

Temporada

2021 -2022

Todos ganamos en la campaña 2021/2022 desde el inicio. La victoria fue la vuelta, paulatina, de los aficionados a los pabellones. Esos aficionados dispersos por las gradas en pretemporada acabaron viviendo con normalidad los partidos desde sus asientos en el tramo final del curso. El baloncesto volvió a revivir su esencia.

En lo puramente deportivo la palabra clave en verano fue estabilidad. La plantilla tuvo muy pocas variaciones respecto a la que había acabado la anterior temporada. Sean Armand, Dusan   Ristic y Álex López eran las novedades. Al frente continuaba Josep María Raventós.

El inicio de la ACB fue negativo con apenas dos triunfos en las primeras once jornadas. Los problemas físicos de Samar, Eyenga y Meindl se dejaron notar sobremanera. Cuando todos ellos se recuperaron y dispusimos de la plantilla al completo enlazamos tres victorias consecutivas ante el Valencia, el Zaragoza y el Tenerife que nos dieron aire, demostraron el potencial del grupo y devolvieron el optimismo. Para entonces Milosavljevic ya había sustituido a Armand.

Pero cuando mejor marchaba todo, se sucedieron dos hechos clave. Por un lado, Obi Emegano sufrió una lesión que le mantuvo fuera bastantes semanas. Por otro, los positivos por covid en casi todos los equipos de la ACB nos dejaron un mes entero sin competir. Así se truncó la racha.   

Cuando reanudamos la competición todo resultó un tanto atropellado pues había que recuperar las fechas perdidas. El equipo se hizo fuerte en casa junto a la afición y en el Fernando Martín sumamos victorias ante el Zaragoza, el Baskonia, el Murcia, el Bilbao y el Obradoiro. Sin embargo, a domicilio no sumábamos más que derrotas y así llegamos al momento clave.

Con todo muy apretado y con muchos equipos en la pelea por la permanencia, en las últimas cuatro jornadas íbamos a enfrentarnos a tres rivales directos. La primera gran cita la perdimos en casa ante el Betis. A continuación volvimos a caer en Andorra. Y cuando todo parecía estar en nuestra contra, sacamos el FuenlADN para lograr el objetivo. Victoria holgada en casa contra el Breogán y a jugárnoslo todo en la última jornada en Burgos.

A Burgos llegamos con un panorama muy difícil de repetir. Había más actores en la película, pero sin salir de nuestro enfrentamiento directo las opciones eran casi increíbles. En función de lo que pasara, podíamos descender nosotros, podían descender ellos, podíamos descender ambos o podíamos no descender ninguno de los dos. Ganamos con autoridad y logramos la permanencia en ACB.  

Si miramos a las categorías de formación la temporada también trajo sonrisas. El equipo de Liga EBA vio como varios de sus jugadores ayudaron con asiduidad al de ACB. Competitivamente, el júnior se proclamó subcampeón de Madrid y nos hubiera gustado haber llegado más lejos de los octavos de final en el Campeonato de España. Y también merece mención el infantil C, que acabó como campeón de Preferente 2ª División. Y no olvidemos que Lucas García fue convocado por España sub15. Toda convocatoria de uno de nuestros jugadores es a la vez un reconocimiento para cada uno de sus compañeros y entrenadores en el club. Esto es un deporte de equipo.

Hablando de canteranos y hablando de equipo. Este fue el último año en nuestro club de alguien que personifica perfectamente ambos conceptos: Chema González Calvo. Una persona que demostró que para ser grande en el baloncesto no hace falta meter muchas canastas.

Temporada

2020 -2021

El curso 2020/2021 es aquel que jugamos a puerta cerrada, con gradas vacías… los partidos parecían de cartón piedra sin la pasión de los aficionados, como si fuera todo un decorado. Pero fue real y el baloncesto se jugó.

El verano trajo considerables cambios en la plantilla, protagonizados fundamentalmente por Melo Trimble, Obi Emegano, Leo Meindl, Siim-Sander Vene y Robert Upshaw, fichajes que configuraban todo un quinteto llamado a ser titular del Urbas Fuenlabrada, que así pasó a denominarse el equipo con el cambio de patrocinador y de color, pues usamos una indumentaria verde como titular aquel año.

Entre pruebas de covid y tras una espectacular pretemporada en la que parecía que íbamos a romperla, la Liga Endesa comenzó con cinco derrotas consecutivas que conllevaron la salida de Paco García del banquillo y la llegada de Javi Juárez como entrenador jefe. La reacción fue inmediata con cuatro triunfos en los siguientes cinco partidos.

Pero después llegó un nuevo atasco y varios cambios en la plantilla con la entrada y la salida de Stevic, Thompson y Kloof, y las incorporaciones de Alexander, Cheatham, Novak y Sharma. Con 26 partidos disputados el balance era de 7 – 19, rozando puestos de descenso, y los responsables del club decidieron que fuera Josep María Raventós quien asumiera el puesto de entrenador.

Funcionó. Tras casi vencer por vez primera en el Palau, sumamos cuatro victorias prácticamente consecutivas frente a Obradoiro, Burgos, Estudiantes y Tenerife, a las que se sumó una quinta contra el Betis ya con la permanencia asegurada. El buen sabor de boca que dejó el equipo se acentuó con un protagonismo creciente de los jóvenes, como por ejemplo Ziga Samar y Bassala Bagayoko que se convirtió en el jugador más joven de la historia en jugar en ACB.

Precisamente los jóvenes de la cantera dieron otra gran alegría a la afición al proclamarse campeón de España el equipo de Liga EBA. Un enorme éxito, refrendado con la presencia del equipo infantil en la fase final del Campeonato de España.

Temporada

2019 -2020

Una temporada marcada por la pandemia del coronavirus. No ya el Montakit Fuenlabrada, si no el planeta en su conjunto recordará 2020 por las muchísimas vidas truncadas y la consecuente crisis económica de una situación así.

A nosotros en concreto nos supuso poner fin abrupto a una temporada que vino torcida desde el inicio. La resolución de los clubes acb ante la situación social y sanitaria fue poner fin a la liga regular, determinar que no hubiera descensos y buscar campeón en una fase final entre los 12 primeros en modo de concentración. Nunca sabremos qué hubiera pasado de haber podido disputar los doce partidos que nos restaban aún, más de un tercio de la competición.

A ese punto se llegó tras una sucesión de lesiones y cambios en la plantilla, entrenador incluido, que nos tenía situados en la decimoséptima posición con un balance de 5 victorias y 17 derrotas.

Todo marchaba razonablemente bien cuando tras la jornada novena contábamos ya con cuatro triunfos. Acabábamos de vencer al Baskonia, a la postre campeón, en Vitoria, algo que no ocurría desde hacía más de dos décadas.

Tras una mala puesta en escena en pretemporada, parecía que las incorporaciones comenzaban a engranar bien y el equipo encontraba el estilo de juego que quería. Pero el goteo de lesiones no cesó, apenas un par de jugadores se libraron de ellas, y empezamos a acumular derrotas.

Diciembre se cerró con dos dolorosísimas, en el último segundo, ante Obradoiro y Unicaja. Acto seguido jugamos dos horripilantes partidos contra rivales directos como Betis y Murcia. Acumulábamos ya diez partidos perdidos consecutivos. El club decidió cambiar de entrenador. Salía Jota Cuspinera y llegaba Paco García.

Al nuevo técnico le dio tiempo a jugar cuatro encuentros. El primero inconcluso porque el parqué del pabellón se abombó y hubo de aplazar el choque cuando estábamos por encima en el marcador a 15 minutos del final. Los otros tres tuvieron finales electrizantes, resueltos en el último suspiro. Uno lo ganamos en Badalona, los otros dos los perdimos ante Baskonia y Burgos. Y llegó la pandemia.

En cantera también se paralizó todo a mediados de marzo. El trabajo quedó inconcluso, claro. Los equipos se encontraban luchando por entrar en las eliminatorias finales en la mejor posición posible. Al menos el trabajo se hizo durante ocho meses para la mejora de cada uno de los jugadores, hasta que el virus lo permitió.