El baloncesto no permite esconderse. Aquí no vale replegarsede principio a fin para aguantar el empate inicial. Aquí hay que ir y venirconstantemente. Atacar y defender en turnos alternos. Por eso suele premiar alque mejor juega y al que más equilibrio tiene. Sin embargo, hay ocasiones en las que un equipo puede verse“despreciado” por los resultados, por ejemplo, tras haber perdido variospartidos in extremis. O no obtener los réditos en forma de victoria por unalaguna puntual en el momento crítico del partido. Algo de esto tuvimos nosotrosen el arranque del pasado curso. En las siete jornadas transcurridas de la Liga Endesa 15/16podemos decir que el baloncesto está siendo justo con el Montakit Fuenlabrada yque estamos donde merecemos, con un balance de tres triunfos y cuatro derrotase instalados en la décima posición de la tabla. Los dos partidos en los que hemos sido superiores los hemosganado con claridad (78 – 60 al ICL Manresa y 68 – 82 al RETAbet.es GBC), lostres en los que fuimos inferiores los perdimos (frente a Unicaja, FiatcJoventut e IberoStar Tenerife), y de los dos choques igualados que hemos jugadoganamos uno y perdimos otro (Morabanc Andorra y Sevilla respectivamente). Larepresentación perfecta de la justicia, con balanza incluida. Cabe señalar que el calendario se empina en las próximasjornadas pues lo más inmediato es visitar a los dos primeros de la tablarecibiendo entremedias al Dominion Bilbao. Pero tampoco obviemos que ya hemosvisitado las pistas de uno de los mejores de la actual Euroliga como el Unicajay de un Joventut que sólo ha cedido ante los más poderosos. Es decir, hastaahora tampoco ha sido un camino de rosas. Eso sí, da igual que el camino esté jalonado por rosas o porcardos borriqueros, lo que es imprescindible es que lo transitemos conintensidad máxima. Sólo entonces podremos pedirle al juego que siga siendojusto con nuestros merecimientos. Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada. Imagen de Amador Vicente |