El camino, el camino. No salirse de él. Será lo que noslleve al objetivo. Porque pretender tomar atajos no parece muy recomendable. Pensarque vamos a poder vencer a cualquier equipo de esta liga sin pisar losadoquines de la defensa intensa, de la concentración máxima y de la aportacióncolectiva es dar el primer paso hacia la derrota. No será algo consciente, por supuesto, ni premeditado. Pero encajarcasi treinta puntos en el primer cuarto ante un rival de nuestro nivel dejaconstancia de que algún atajo pretendimos tomar el sábado. Quizá ganar metiendomás que el de enfrente, en lugar de salir a la cancha pensando en que ellosmetan menos que tú. El matiz es importante porque focaliza la atención en eltrabajo defensivo, en la voluntad clara de incomodar al rival desde el primerinstante. Y tras reconducir nuestros pasos antes del descanso, eldelito se duplica cuando repites la dinámica en la reanudación. Cierto es queel equipo vuelve sobre sus pasos y reencuentra el camino que nunca ha deabandonar. Pero para ello gasta energías y fuerzas que luego se echan de menosen un final tan igualado como el del pasado sábado. Y el próximo domingo, más. Otro rival de un potencialsimilar al nuestro. Otro partido que pelear al máximo desde el salto inicial.Un choque al que llegaremos con el disgusto de la derrota en el último segundo.Veremos cómo lo metabolizamos, si nos sirve de acicate o nos perjudica. “Mentalmentenos puede afectar, pero lo trabajaremos durante la semana para que no nos pase.Los partidos contra los rivales directos se resolverán por muy pocos puntos,así que hemos de estar preparados”, sentencia Tabak. A trabajar. Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada. Imagen de Amador Vicente |