Esperanza y desazón. Diversión y tristeza. Emotividad en todo momento. Así ha vivido laafición del Montakit Fuenlabrada el partido frente al Bilbao en el FernandoMartín. Si fuéramos espectadores neutrales, meros amantes del baloncesto sinidentificación de colores, habríamos disfrutado de lo lindo del partido de hoy,porque ha sido un gran encuentro de baloncesto. Pero no lo somos. De ahí eldolor. Es importante reseñar cuanto antes que Alberto Díaz, Deji Akindele,Daniel Clark y Javi vega jugaron con la gripe a cuestas. Alguno como Akindeleincluso pasó unas cuantas horas del sábado en el hospital. Por eso el rápidocambio de Alberto Díaz a los cinco minutos de partido cuando ya llevaba cincopuntos, una asistencia y dos recuperaciones de balón. La salud obligaba. A pesar de los pesares el inicio fue arrollador del MontakitFuenlabrada, con altos porcentajes en el tiro exterior y buena actividaddefensiva que sólo permitía a los bilbaíno anotar en tiros lejanos y casisiempre con oposición. Así un triple de Miso nos ponía 12 – 4, otro de Pankonos situaba ya por encima de la decena (18 – 7), a continuación Smits, hoytitular, deleitaba a la grada con un matazo ante Mumbrú (20 – 9). El partido se estabilizó en esos márgenes hasta mediados delsegundo cuarto cuando un triple de Burtt ponía nuestra máxima renta (40 – 28). Peropara entonces ya había entrado en calor el talentoso Marko Todorovic, cedidodel Barça a los bilbaínos y que fue el motor de la recuperación de su equipo enlos minutos previos al descanso, suficiente para equilibrar el marcador (42 – 40). La reanudación fue horrorosa para el Montakit Fuenlabrada,con mucha menor actividad de nuestros jugadores, carentes de la chispa de laprimera parte. Enfrente Álex Mumbrú dio el vuelco al marcador con ocho puntoscasi consecutivos lo que dio confianza y multiplicó el ánimo de los visitanteshasta escaparse 51 – 64 con Quino Colom al mando de las operaciones. Espoleado siempre por la afición, el Montakit Fuenlabradadio digna respuesta en el cuarto definitivo. De nuevo apareció la intensidad,la presión sobre el balón, las manos en las líneas de pase, y nos metimos en elpartido con un 10 – 0 que ponía el 68 – 70 en el marcador aún con siete minutosde juego por delante. El partido iba a tener el final emocionante que merecía porel buen baloncesto que ambos estaban brindando desde el inicio, rachasincluidas. El pulso fue sobresaliente, con los nuestros apretando al máximo ycon el Bilbao castigando cada pequeño error, sobre todo a través de los cincorebotes ofensivos en este cuarto que tanto daño nos hicieron. Réplicas y contra-réplicasdesde el triple. Algún tiro tuvimos incluso para empatar, pero la dinámicaganadora de los vizcaínos acabó por imponerse y darles el triunfo que nos dejaen la penúltima posición de la tabla. Ganas, sacrificio y baloncesto tenemos. Así se ha visto hoy.Pero hay que encontrar la manera de traducir todo ello en victorias. Veremos sisomos capaces de hacerlo el próximo domingo en Murcia donde, por cierto,también habrá afición fuenlabreña. Eso no va a fallar. Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada. Imagen: Vega lanza ante Mumbrú (Fran Martínez) |