En septiembre de 2012 Sebastian-Bacale Mbansogo, aún conedad junior, aparecía en el escenario para el común de los aficionados. Entrenamientoscon el equipo ACB, convocatoria para el amistoso contra el Bilbao en Ávila yprimeros minutos de juego con el primer equipo en un encuentro a puerta cerradafrente al CB Canarias en el Fernando Martín. Días después, debutaba en partido oficialcon el equipo de Adecco Plata frente al Clínicas Rincón en Málaga. Sueños hechosrealidad para el joven Sebas, viento en popa a toda vela. Pero de repente ¡zas! Al día siguiente, el 24 denoviembre, jugando con el equipo junior una de sus penetraciones acaba con unmal apoyo, una torcedura horrible que termina con él y sus maltrechos huesos en el quirófano. Placas y tornillos por aquí ypor allá, y meses y meses de recuperación por delante. Del viento en popa logradoa base de trabajo al naufragio llevado por el caprichoso infortunio. Otro sin su carácter se habría ahogado. Pero este JUGADOR deorigen guineano con un espíritu labrado en el sur de Madrid no se iba a dejarhundir. Al contrario, iba “a cruzar a nado un lago sin saber nadar”. La expresiónno es nuestra, ojalá, es del propio Sebas y la recogemos de su blog personal From thebottom (desde el fondo), escrita en verano de 2014 justo cuando tuvo quevolver a entrar al quirófano, esta vez como punto final a aquel calvario. Para entonces la orilla del lago ya la había alcanzado. Tantoque al escribir esas líneas en el ordenador de su habitación ya era campeón dela Adecco Plata con el Fundación Baloncesto Fuenlabrada. Lo que no sabía,aunque seguro que lo soñaba, era que dos noviembres después de la lesión iba asaltar al parqué del Fernando Martín enfundado en la camiseta del primer equipopara debutar en la Liga Endesa contra el Real Madrid, mismo rival frente al quedebutaron otros canteranos fuenlabreños casi tan guerreros y peleones como JaviVega y Chema González. “Hace falta una fortaleza y una madurez muy por encima de suedad para superar una lesión tan grave como la que tuvo en un año tanimportante como el segundo de junior”, explica Armado Gómez, entrenador delfilial fuenlabreño al que pertenece Mbansogo, y que ha visto día a día cómo Sebas trabaja y viveapasionadamente el basket. Otro Armando, esta vez de apellido Polo, jefe de cantera delCB Fuenlabrada, ha visto crecer a Mbansogo desde los 13 años, momento en queéste ingresó en el Fuenla. “Sebas es un chico muy reflexivo, piensa mucho en elcampo y también fuera de él. Es alguien concentrado en lo que hace, ya sea ensus estudios o en el baloncesto. Y a la vez está muy concienciado con losproblemas de la sociedad”. “Baloncestísticamente tiene buen físico – continúa Polo -,ahora se ha ido especializando más en defensa y parece más remiso en ataque delo que era en categorías inferiores. Atrás aporta mucho y en ataque penetramejor que tira”. Apreciación en la que coincide con Gómez: “En lo individual hade mejorar el tiro y en lo colectivo debe seguir aprendiendo a pensar como unbase. Años atrás jugó más de dos que de uno, y ahora estamos tratando que dé elpaso y piense en qué necesita el equipo en cada momento”. Lo conseguirá, seguro. Por trabajo no va a quedar, y más levale, porque aún le falta mucho por mejorar a este joven “con madera deentrenador y líder en el campo”, según su propio entrenador, que cruzó a nadotodo un lago sin saber nadar y que además no escribe nada mal. Como diría elperiodista Ezequiel Costa, “lectura recomendada”, el blog de Sebas. Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
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