Frio y agua, en lo meteorológico y en lo baloncestístico. Almismo tiempo que el otoño se presentaba con el aguacero fuera del Palacio,dentro nos ocurrió otro tanto con el torrente de puntos del Estudiantes en unasegunda parte muy inspirada que acabó por decantar de su parte un trepidantederbi. Llueve sobre mojado porque es el tercer partido igualado quese nos escapa en el tramo final, incluso el modelo de evolución se parecióbastante al vivido una semana atrás contra el Cai: brumas a primera hora quedan al rival una ventaja cercana a la decena (25 – 16, minuto 12); levanta laniebla con una buena reacción que nos pone por delante al descanso (35 – 39); inclusoel sol de la tarde promete día feliz y nos escapamos en la reanudación (44 –52, minuto 25); pero la alegría nos dura poco y pronto llegan las nubes con el aluvión de triples colegial (57 –56, minuto 30) y el partido se ve abocado a un final igualado con gran aparatoeléctrico en el que se nos funden los plomos desde la línea de tiros libres. De la tormenta final salimos victoriosos en Sevilla, pero noasí ante Murcia, Zaragoza y Estudiantes. Será cuestión de llevarse mejor conZeus y hacer las paces con él cuanto antes porque el pronóstico que nosadelanta el calendario avisa de un noviembre muy exigente con borrascas queamenazan convertirse en tifón al tocar parquet con nombres como Real Madrid, FCBarcelona o Unicaja. Y entre medias, visitaa Santiago, tierra de lluvias frecuentes. Así pues, botas de agua, un buen chubasquero y el mejor delos ánimos para hacer frente a cuantas tormentas se nos echen encima. Un mespara reafirmarnos en nuestras intenciones, aunque sea contra viento y mareaporque de entrada no vamos a renunciar a nada. No nos vamos a quedar en casa aesperar que escampe. Vamos a salir a mojarnos, que en Fuenlabrada siempre hemossido de meternos en todos los charcos. Departamento de comunicación del Montakit Fuenlabrada. Imagen: Akindele fue el mejor del partido. (ACBPhoto - Antonio Martín) |