Mereció más premio el Montakit Fuenlabrada y su afición en el estrenocomo local en la campaña 14/15. Pero nos condenó el desacierto en el tiro acanasta, arte de precisión en la que mucho tiene que ver la confianza de losjugadores y la seguridad en que la pelota que sale de la mano acabará embocandoen el aro. Es el paso que nos falta, porque anoche reafirmamos el buen trabajo defensivo,batallamos los rebotes en ambos lados de la pista y mejoramos una barbaridad enel orden atacante, más agresivos y encontrando buenas situaciones delanzamiento. Pero no entraron. Tranquilos, acabarán entrando.

La buena actitud fue la que hizo que no cundiera el pánicotras los primeros errores ofensivos en unos minutos iniciales en los que elUCAM Murcia pretendió poner tierra de por medio imprimiéndole mucha velocidadal juego. Lo lograron a medias, pues al 6 – 16 del minuto 8 le siguió una buenarespuesta fuenlabreña castigando con el juego interior, especialmente conbrillantes acciones de Moussa Diagne (15 – 18, minuto 13).

Aún lideró el marcador el Murcia con cierta holgura hastaque el Montakit Fuenlabrada anotó su primer triple tas múltiples intentos, fuede Alberto Díaz, ya en el penúltimo minuto de la primera mitad y sirvió paraponer el 27 – 30 en el electrónico. De ahí en adelante el partido viviríapermanentemente en el equilibrio, con rentas mínimas para uno u otro equipo.

El segundo triple, también desde el base, esta vez de DaniPérez, sirvió para ponernos por delante tras muchos minutos como perseguidores,ya entrados en la segunda parte (36 – 35, minuto 24). Pero nuestra fortalezaseguía residiendo en la pintura donde nos hacíamos fuertes en defensa ypeligrosos en ataque con Akindele como máximo exponente (el nigeriano acabó con14 puntos y 11 rebotes).

Abocado como estaba el partido a un final de cara o cruz,hubo momentos claves del último cuarto que no cayeron de nuestro lado. Por ejemplo,tiros en buena posición errados para habernos puesto con cuatro o cinco puntosde ventaja, renta sustanciosa en un partido así. O faltas personales indicadaspor los árbitros en instantes finales de posesión, en la batalla por el rebotey en contactos al pasar los bloqueos, situaciones en las que a veces no se sabemuy bien por qué el criterio varía en función del minuto de juego.

La jugada definitiva, la que terminó de marcar la suerte delchoque fue un robo con contraataque de Lima que puso el 54 – 59. El UCAM Murciasupo jugar entonces con las faltas personales y los tiros libres, mas nunca seentregó un Montakit Fuenlabrada que forzó la situación hasta el 66 – 69 a cincosegundos del final. Dos tiros libres finales de Bamforth dejaron el 66 – 71 definitivo.

Derrota, sí, pero cuán distinta de la del pasado domingo. Fastidiopor dejar escapar un triunfo que perfectamente se podía haber quedado en casa. Perola seguridad de que si seguimos por esa línea de trabajo, si mantenemos laintensidad defensiva y las ganas mostradas ayer las victorias irán cayendo denuestro lado, empezando por la próxima jornada en Sevilla. Porque los tiros,que nadie lo dude, acabarán entrando.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.