- El equipo tiene espíritu. A pesar de tener elobjetivo de la permanencia conseguido y de estar ante un Unicaja lanzado, elFuenlabrada no se entregó, sacó carácter y convirtió un 51 – 32 del minuto 18en un 67 – 68 al inicio del último cuarto. La igualdad se mantuvo hasta eltramo final (80 – 77, minuto 38) y sólo nuestro desacierto en los últimos tirosnos hizo perder el partido. - Hay vida más allá de Panko. El jugador que másminutos ha disputado y el que más puntos ha anotado, la referencia en la pista,no pudo jugar el encuentro por problemas de espalda, pero a pesar de ello elFuenla mostró otros argumentos para tutear a un equipo de Top 16 de la Euroligacomo el malagueño. - La cantera funciona. Tres jugadores que hanpasado por nuestros equipos filiales llevaron la responsabilidad del juegointerior en el Martín Carpena. Javi Vega jugó 27 minutos en los que sumó 10puntos y 6 rebotes; Moussa Diagne disputó 18 minutos y Chema González otros 16.El futuro ya es presente. - En el rebote, querer es poder. Siempre se diceque el rebote es deseo y que cualquiera puede aportar en esta faceta. En Málagase demostró. Todos nuestros jugadores capturaron al menos dos rechaces y elequipo superó al rival en este aspecto tan importante del juego. - Hay ganas de acabar bien. Tras la victoria anteel Gipuzkoa la permanencia estaba prácticamente finiquitada, pero el equipo nose ha dejado llevar. El buen espectáculo ofrecido ante el Madrid y lo cerca queestuvimos de ganar en Málaga así lo atestiguan. Ahora hay que refrendarlo elpróximo sábado jugando a gran nivel el último partido en casa contra elValladolid para sumar la victoria número 12. Departamento de Comunicación del Baloncesto Fuenlabrada.
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