De nuevo caímos tras tirar por la borda un gran trabajo en una laguna inexplicable de juego que esta vez se situó entre los minutos 22 y el 34 y que se tradujo en un letal parcial de 30 – 3.
09 de noviembre de 2013
De momento no tenemos solución. Sabemos que el equipo desconecta en algunos tramos de los partidos y que eso nos cuesta perderlos. Pero lo seguimos repitiendo. Hoy en Sevilla hicimos una espléndida primera parte y comenzamos bien tras el descanso. Todo fluía y el 29 – 41 nos daba sólidas esperanzas de victoria. ¡Y zas! El “zas” es defensa débil, ataques deslavazados con más botes que pases, transiciones cómodas del rival, tiros errados, el contrario que se crece y todo cambia. Hoy el cambio ha sido tan radical que el parcial encajado se ha disparado hasta el 30 – 3 para alcanzar el minuto 34 con un sombrío 59 – 44. El tramo final ha sido de intercambios de canastas, pero sin opción real de dar la vuelta a la situación. ¡Y qué rabia da! Porque el equipo muestra grandes virtudes cuando está enchufado. Un juego alegre, buen equilibrio con pocas pérdidas de balón, defensa consistente y sensación de roles bien repartidos. Pero no basta con ser virtuoso a ratos. Al menos mientras las que lagunas sean simas tan profundas en las que nos ahogamos sin remisión. De nada sirve el lamento. Lo bueno que tiene el deporte es que te suele dar oportunidades para resarcirte. Y nosotros tenemos una de las más apetecibles con el derbi del próximo sábado en el Fernando Martín contra el Estudiantes (19:30 horas). Todos a sumar desde ya. Departamento de Comunicación del Baloncesto Fuenlabrada. |
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