Sí, vale, admitimos que el titular no es original, hablar de enamorar el día de San Valentín, pues vaya, es hasta facilón. Pero es que se ajusta a la realidad como guante a la mano. La afición está entregada porque el equipo encandila con su juego, no es ya ganar, sino cómo ganamos, ante qué rivales estamos imponiendo un juego avasallador, atractivo y eficiente.

Lo de hoy ha sido magnífico de principio a fin, una superioridad palmaria por ritmo de juego y por acierto. Sólo el 0-2 inicial puso en franquicia a los malagueños. Le siguió un parcial de 14 – 3 en apenas tres minutos con los cinco jugadores del Montakit Fuenlabrada anotando, un mate de Chema, penetraciones de Paunic y Wear, triples de Popovic y Tabu.

Lejos de ser un espejismo resultó que aquella sería la dinámica habitual del partido. Así, paso a paso los nuestros abrieron ventaja con un Ivan Paunic pletórico al frente de las operaciones: 32 – 18 cuando corría el minuto 14. Empero un par de fogonazos andaluces liderados por nuestro ex Alberto Díaz apretaban las cosas (32 – 24). No por ello iba a renunciar el Montakit Fuenlabrada a su plan y fiel a su  juego encontró en la muñeca de Rolands Smits el estilete que nos lanzaba a la máxima renta justo al descanso (45 – 30).

El paso por vestuarios sólo sirvió para acentuar la dinámica, acrecentar la ventaja y sentenciar el partido en apenas cinco minutos. ¡Pero qué cinco minutos! ¿Cómo no enamorarse de este equipo jugando así? Triple de Wear para abrir el tercer periodo, y tras él, defensa tras defensa, transición tras transición, los nuestros iban fijando una máxima ventaja tras otra, hasta llegar a los 27 puntazos de diferencia: 61 – 34.

Mas de repente el Unicaja nos recordó a todos que estábamos jugando ante todo un equipo del Top 16 de la Euroliga, el actual subcampeón de la Supercopa y con uno de los presupuestos más potentes de la Liga Endesa. Un parcial de 3 – 19 nos dejaba con dudas de cara al último cuarto pues nuestra renta se había visto reducida a 11 puntitos (64 – 53).

Pronto se disiparon las dudas. Y otra vez con David Wear, en su mejor partido hasta ahora, como el valiente que se atreve a abrir fuego antes que nadie. Un triple del estadounidense vino acompañado por un canastón de Paunic y otro triplazo de Popovic. Todo de nuevo en su sitio, 72 – 55. Y a disfrutar.

La electricidad entre la pista y la grada crecía generando una sinergia que parece hacernos imparables durante esos momentos. Una fortaleza que nos ha llevado ya a ganar nueve partidos en casa, siete de ellos de forma consecutiva con póker frente a equipos actualmente en play-off como Dominion Bilbao, Herbalife Gran Canaria, Real Madrid y hoy Unicaja. Hasta el 85 – 60 nos estiramos.

Justo es reconocer el orgullo final de los visitantes para con una última reacción dejar el electrónico en el 89 – 79 definitivo. Poco importa. La fiesta, otra más, ya estaba disfrutada pues es un auténtico placer dejarse enamorar por este Montakit Fuenlabrada, con esas vibraciones que vive el pabellón producto de una afición que es capaz de sacar lo mejor del equipo y de unos jugadores que hacen que la gente se vaya a casa satisfecha y orgullosa. Si además hemos vivido el debut de otro canterano como David Cuéllar, pues mejor que mejor.

Postada (porque toda carta de San Valentín precisa de ella): Esta es la semana de la Copa. Y vamos a liarla.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.