Un partido que todos quisiéramos borrar rápido de la memoria, pero no va a ser posible. Para empezar porque va a pasar a los libros como nuestra derrota más amplia en la ACB. Y más importante que eso, porque de aquí hay que sacar lecciones y aplicar lo aprendido de ellas cuanto antes para que esto no se repita.
Si nos lo dicen antes del encuentro no nos lo creemos. Veníamos de ver a los nuestros hacer un partido completo, vibrante y victorioso el pasado miércoles en casa ante el Khimki. Encima empezamos 0 – 7 en Las Palmas. Buen arranque. Venga, vamos a jugar y a competir el partido, nos decíamos todos.
¡¡¡Y ZAS!!! Empezamos a evaporarnos, a desaparecer en defensa cual hologramas, se nos veía sobre el parqué pero no estábamos, así que los amarillos encontraban autovías hacia el aro. 27 – 26 – 33 – 25. No es una clave, es la anotación del rival en cada cuarto.
Y claro, la diferencia no hacía más que crecer a cada minuto hasta el definitivo 111 – 60. Será una tarde – noche dura, muy dura para todos. Pero mañana levantaremos la cabeza de nuevo y comenzaremos a preparar la triple cita que tenemos en casa: domingo 30 contra el Barcelona Lassa (12:30 horas); miércoles 2 de noviembre frente al Dominion Bilbao en Eurocup (20:30 horas) y el sábado 5 de noviembre ante el Valencia Basket (18:30 horas).
Valoración de Jota Cuspinera en rueda de prensa:
“Tras empezar con un 0 – 7 nos hicieron un parcial de 27 – 4 y a partir de ahí nos hemos vuelto absolutamente locos. No he visto tanta ansiedad en mi equipo nunca jamás. Nos han sacado del campo en ataque, en defensa, en mentalidad, en todo. No ha habido partido. Parecíamos niños contra adultos, niños nerviosos porque hemos perdido 22 balones. La diferencia la refleja el marcador”.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Imagen: ACBPhoto |