¿Qué le has pedido al nuevo año?

“En primer lugar que gracias a la ciencia y a la responsabilidad de todos podamos poner freno a la pandemia y comencemos a recuperarnos socialmente de lo que la covid-19 está suponiendo. A raíz de ello me encantaría que los aficionados pudieran volver a disfrutar del baloncesto en directo en los pabellones. Y más específicamente para nuestro club, le pido que nos respeten las lesiones. Sin ir más lejos esta semana, además de las bajas que arrastramos de atrás, tenemos a Melo Trimble y Obi Emegano con molestias y con pruebas médicas. Veremos qué nos dicen esas pruebas”.

El club ha salido otra vez al mercado en una especie de segunda reestructuración del equipo ¿a qué se ha debido?

“Bueno, la verdad es que estábamos muy satisfechos de cómo estaban marchando las cosas tras los cambios que hicimos en octubre. Pero en las últimas semanas nos hemos ido encontrando con situaciones que nos han llevado de nuevo a tener que fichar. Primero se lesionó Osas Ehigiator para el resto de la temporada, luego Oliver Stevic dio la espantada, Charlon Kloof recibió una oferta muy atractiva y nos pidió salir, Siim Sander Vene también se ha lesionado con un problema que según cómo evolucione puede tenerle un tiempo considerable fuera de las pistas… en fin, evidentemente hemos tenido que acudir de nuevo al mercado para reforzar al equipo”.    

¿Cómo se afrontan económicamente estos cambios en la plantilla?

“Aunque somos el segundo presupuesto más bajo de la Liga Endesa, nuestra situación económica es estable. Podemos afrontar estas operaciones con garantías porque no suponen sobrecoste alguno respecto a lo presupuestado al inicio de la temporada”.

¿Cómo esperas que sea la segunda vuelta de la liga para el Urbas Fuenlabrada?

“Como habitualmente, nos tocará pelear, trabajar por cada victoria y seguramente sufrir por el camino porque esta es una competición cada día más exigente, pero somos optimistas y pensamos que podemos alcanzar el objetivo de la permanencia”.

Departamento de Comunicación del Urbas Fuenlabrada.

Foto de Alba Pacheco.