Entrevista con Josep María Raventós.
¿Qué hemos podido hacer y qué no hemos podido hacer estas dos semanas sin jugar?
“A nivel de grupo poca cosa porque teníamos cuatro jugadores del primer equipo. A nivel individual y físico sí hemos podido trabajar. Ayer jueves fue el primer día que pudimos entrenar juntos y vimos que el equipo había vuelto con más energía que cuando paramos antes de las ventanas. Recuperar la energía es muy bueno para nosotros”.
¿Cómo has visto a los internacionales tras su vuelta?
“He hablado con todos, creo que estas convocatorias son experiencias que tienen ellos, hay que saber sobreponerse al cansancio, al jet lag y todas estas cosas”.
Solo dos sesiones de entrenamiento con el equipo al completo para preparar el partido. Hay que aprovechar mucho ese tiempo de trabajo.
“No hay más remedio que sacar rendimiento de ese tiempo, hay que ser optimistas y hay que confiar. La impresión que me han dado estos entrenamientos es que el nivel de energía es bastante alto”.
En esa línea de optimismo, ha dado gusto ver ya en los entrenamientos a Obi Emegano y la paulatina reincorporación de Osas Ehigiator.
“Claro, claro. El equipo lo componen un número determinado de jugadores y el día que están todos pues la satisfacción es mayor, se ve la cancha de distinta manera, más llena de lo habitual”.
¿Cuánto trabajo lleva acumulado Obi para estar a tono?
“Bueno, el suficiente, él dice que se encuentra bien, lo que pasa es que ahora tiene que coger el tono a la competición. Es muy importante jugar dos o tres partidos para coger ese nivel de competitividad que tenía antes de la lesión”.
¿Y Osas cómo marcha?
“Es muy satisfactorio verle ya calentar con el equipo, hacer según qué ejercicios en pista. La verdad es que es un jugador al que añoramos mucho y esperemos que esté listo lo más pronto posible”.
Háblanos del rival, el Baxi Manresa.
“Están en un punto brutal de competitividad, de energía y de buen juego. Juegan muy bien, se adaptan a los demás equipos, encuentran enseguida los fallos de los rivales, acaban provocando que los rivales se equivoquen. Por nuestra parte, si nuestro nivel de energía es el adecuado podremos competirles”.
Viéndolos por televisión, reciben canasta y en el plano siguiente ya se ve el balón en el aro contrario. Un dinamismo que exige una concentración permanente.
“Eso indica la gran concentración que sus jugadores tienen durante los cuarenta minutos del juego. Por ejemplo, que cuando un rival me tire de la camiseta yo siga centrado en lo mío. O que cuando el público me diga algo yo no me salga del partido. Esto ellos lo hacen muy bien”.
Hablando del público, el de Manresa es junto al nuestro el que tiene al público más cerca de la pista. Ese aspecto se suma al gran ambiente que está provocando la buena marcha del equipo. ¿Habéis hablado con el equipo sobre ello?
“Sí, lo hemos hablado. Pero yo creo que tanto a los jugadores como a los entrenadores es lo que nos gusta, cuanto más ambiente haya, mejor porque lo disfrutas más y te ayuda a meterte en el partido. Creo que el público de Manresa es buenísimo para jugar al baloncesto”.
Departamento de Comunicación del Urbas Fuenlabrada.
Foto de Alba Pacheco. |