El espectador neutral pudo disfrutar ayer de un vibrante partido en el Fernando Martín, con alternativas en el marcador, un juego dinámico y emoción hasta el final. Mucho más los disfrutó el seguidor del Tizona que pudo celebrar el triunfo y ve cómo su equipo protagoniza una temporada sobresaliente. Para nosotros queda el amargor de la derrota, pero también el consuelo y la esperanza de que el Fuenla firmó un partido serio e intenso que perfectamente pudo haber caído de nuestro lado. La lógica dice que si mantenemos esta línea de juego caerán muchas victorias en los trece partidos restantes.

En el arranque marcamos nosotros el camino, sobre todo desde la defensa. Sólidos en el uno contra uno, con buena coordinación para las ayudas y alternando situaciones de cambio de asignación. Solo el déficit de los rebotes evitó que lográramos una ventaja mayor. 14 – 7 indicaba el marcador ya en el minuto seis de juego. Empero todo eso se diluyó en un pispás y en menos de un minuto los visitantes le dieron la vuelta al marcador y entraron en una vena anotadora que no pudimos frenar para acabar el cuarto 22 – 28.

Nos habían endosado 21 puntos en menos de cinco minutos gracias a sus robos de balón que les facilitaban rápidos contraataques. Y cuando no era así, conseguían segundas oportunidades merced a su dominio reboteador. Esas eran las claves por las que se regía el choque. Los visitantes trataron de abrir las primeras ventajas amplias (27 – 36, minuto 13). Sin embargo, respondimos con autoridad en cuanto evitamos las pérdidas (36 – 38, minuto 15).

Al descanso nos fuimos 43 – 47. Las coordenadas parecían claras: en tanto en cuanto compartiéramos el balón con criterio sin abusar del bote y cerráramos nuestro rebote defensivo, seríamos capaces de tomar de  nuevo las riendas del encuentro. Y así lo hicimos. Por eso pasamos a liderar el marcador con un esperanzador 56 – 51 con el Fernando Martín disfrutando de la intensidad defensiva y el dinamismo en ataque de los nuestros. Pero no tuvimos continuidad y acto seguido se nos cerró el grifo anotador. Tanto que apenas sumamos tres puntos en los últimos seis minutos del tercer cuarto. La balanza seguía equilibrada porque nuestra defensa sí seguía férrea, así que nos fuimos con 59 – 62 al último periodo tras un triple de Gerard Jofresa casi sobre la bocina.

Y fue precisamente este jugador pieza clave para desnivelar el encuentro en el tramo final. Porque ambos equipos seguíamos defendiendo mejor que atacando y costaba mucho sumar cada punto, hasta que él anotó dos triples consecutivos que prendieron la mecha para un doloroso parcial que ponía a los burgaleses once arriba: 63 – 74 a 4:40 para la conclusión.

El Fuenla se revolvió ante la adversidad y, espoleado por una afición que de nuevo acudió en amplio número y empujó y empujó hasta el final, el partido recobró vida. Ahora fueron nuestras recuperaciones de balón las protagonistas, acompañadas de decididos y verticales ataques que nos acercaron al 73 – 77 cuando aún restaban dos minutos de juego. Un triple por aquí, un tiro libre por allá, dos buenas defensas y nos acercamos aún más: 77 – 79 a 44 segundos de la conclusión. Fue lo más cerca que estuvimos, pues a continuación el Tizona anotó una meritoria canasta (77 – 81) y nosotros erramos nuestro siguiente ataque. Victoria visitante.

Quedamos con siete ganados y catorce perdidos, un triunfo por encima de los puestos de descenso. Ahora viene un paréntesis por la disputa de partidos de selecciones nacionales. Nuestro próximo partido será en Sevilla el domingo 3  de marzo ante el Betis. Restan trece jornadas para el final. Si jugamos como ayer, llegarán suficientes victorias. Pero hay que tener la fiabilidad de jugar como ayer. Ahí está el reto.   

Departamento de Comunicación del Baloncesto Fuenlabrada.

Fotos de Álex Ferrer.