El peor primer cuarto de la temporada. Y después, treinta minutos de un partido serio, constante, de protagonismo repartido, con intensidad defensiva y criterio ofensivo. Hasta acabar venciendo con cierto margen de tranquilidad en una pista donde el Hestia Menorca había ganado cinco de sus últimos seis partidos.

Para conseguir piezas de caza mayor no nos podremos permitir este tipo de arranques de partido, ya lo vivimos en el Palacio de los Deportes de Madrid en navidad, pero eso no resta mérito a la enorme remontada que hemos hecho hoy.

Con Cone a lo Stephen Curry y Arteaga a lo Abdul Jabbar, los menorquines tomaron pronto el mando del juego. Anotando los tiros fáciles y los difíciles, con un 70% en tiros de dos, un 67% en triples y un 100% en tiros libres en el primer cuarto. ¿Mérito suyo? Muchísimo. ¿Demérito nuestro? Tanto o más. Además, la deficiente defensa se reflejaba en un desmigado ataque que sumaba tantas pérdidas de balón como canastas en todo el primer periodo.  

El 29 – 11 del minuto 9 presagiaba tarde tormentosa para nosotros. Lo único positivo en el escenario era que restaban tres cuartos completos. Bueno, eso y que el Flexicar Fuenlabrada es un equipo muy comprometido, bien trabajado y pleno de oficio y calidad.

La primera prueba de vida se manifestó desde la defensa. Comenzamos a controlar sus vías de anotación reajustando los marcajes defensivos, así pudimos frenar la sangría en nuestro aro. Tardó en respaldar el ataque esa buena labor defensiva y eso que logramos buenas y cercanas posiciones de tiro, pero estábamos negados en el lanzamiento al aro. Jugadas de hasta cuatro y cinco opciones de tiro desde dentro de la zona que no se traducían en puntos.    

A trancas y barrancas pudimos ir sumando. Apenas teníamos 23 puntos alcanzado el minuto 18. Pero era cuestión de tiempo hallar la inspiración. Lo importante era que la defensa siguiera funcionando de manera férrea. Y así fue. Al descanso ya llovía menos (41 – 35) y tras el paso por vestuarios no tardamos demasiado en ponernos por delante: 45 – 47, minuto 24.

El Flexicar Fuenlabrada había activado el modo apisonadora. Sin correr, pero sin parar. Una imparable velocidad de crucero. El tercer cuarto acabó con nuestra máxima renta hasta ese momento (54 – 62), luego alcanzaríamos la decena de ventaja para acabar sentenciando con el 64 – 78 a tres minutos de la conclusión.

De nuevo firmamos un partido coral, con los diez jugadores que pisaron la pista anotando y siempre remando en la misma dirección. Necesitamos unas peligrosas banderillas negras para ponernos a competir como solemos hacer, pero lo hicimos. Y ganamos. El miércoles podremos reencontrarnos con nuestro Fuenla en el Fernando Martín, será a las 19:00 horas con el Grupo Alega Cantabria como contrincante.

Departamento de Comunicación del Flexicar Fuenlabrada.  

Foto del Hestia Menorca.