Pabellón Fontajau. 17:53 horas, aproximadamente. 20 de octubre de 2002. El Fuenla calienta dando vueltas a la pista antes de enfrentarse al Casademont Girona. El delegado Juan Mora repasa los últimos detalles de sus labores junto al banquillo, cerca de él pasa trotando un joven melenudo que le espeta “vos no sabés la suerte que tenés”.
Se lo repite a la siguiente vueltecita. “Pero bueno ¿por qué?”, pregunta intrigado el delegado. A la tercera vuelta le responde el joven rubio melenudo “¡vas a ver jugar a Walter Herrmann!”.
Sí, el inigualable Walter hablaba de sí mismo. Pleno de confianza. Igual que estaba unos días antes de su debut en Girona cuando aseguraba que iba a ser el MVP de la ACB. Los que le oían se lo tomaban medio en broma medio en serio. Pocas semanas después se dieron cuenta de que no era una fantasmada. O quizá sí, pero muy bien fundamentada.
No pudo jugar las primeras jornadas por problemas burocráticos y hubo de debutar en la cuarta, allá en el Fontajau. Hizo 10 puntos y 7 rebotes ¡y con esas cifras fue su peor partido de la temporada! Por supuesto que fue MVP de la ACB. Y también el máximo anotador. Registros escalofriantes de los que ya no se ven: 22,3 puntos, 9,7 rebotes, 25,4 de valoración por partido.
Bien sabemos la suerte que tuvimos. Vimos jugar a Walter Herrmann en nuestro equipo.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada. |