El filial del Montakit Fuenlabrada ha firmado su peor campaña en LEB Plata con un descenso avalado por cuatro victorias y veintidós derrotas en liga regular. El técnico del Viten Getafe, Armando Gómez, que en sus cinco años al frente del segundo equipo del club fuenlabreño ha vivido un ascenso directo y dos fases de playoff, califica el curso que termina como "una temporada dura a nivel de resultados porque ganar cuatro partidos de veintiséis es excesivamente poco", sin embargo yendo más allá de las cifras, "creo que hemos hecho cosas bien durante la temporada que no se han visto reflejadas en los resultados y también hemos hecho cosas bastante mal que nos han hecho no tener una continuidad en el juego y en los resultados que se viera reflejada en la clasificación".
Y ese ha sido, es y será el principal objetivo del proyecto, la formación por encima de la competición: "El equipo es de formación, es un filial, y lo más importante es desarrollar jugadores para el primer equipo. La frase queda muy bonita pero luego ahí hay matices, para llegar al primer equipo hay que tener una mentalidad más fuerte de la que hemos tenido este año, los resultados no nos pueden afectar tanto como lo han hecho. El principal objetivo es el proceso, el cada día ir creciendo, el cada día ir disfrutando de un deporte que entiendo que a todos los chicos les gusta y ahí en el día a día es donde se forja un jugador".
La plantilla actual del Viten Getafe con una media oficial de 22 años, que en realidad durante todo el año ha sido mucho menor al contar con jugadores de categoría junior, ha tenido que lidiar durante casi siete meses con una derrota tras otra tras otra, una encrucijada difícil de gestionar. "En los partidos nos hemos derrumbado a la primera de cambio porque hemos visto demasiada dificultad cada vez que había que saltar una valla más alta. Realmente de lo que más satisfecho estoy de la temporada es que hemos seguido trabajando durante la semana a un nivel bastante bueno y la gente ha seguido creyendo hasta el último día, y eso ha servido para que la gente joven, que es la que a nosotros más nos interesa, siguieran mejorando y siguieran intentando las cosas. El cuerpo técnico lo que hemos intentado es explicarles que no es ahora donde tienen que ver el resultado, sino más adelante, que es un proceso, y hay que disfrutar del camino por el que a cada uno nos va a llevar nuestra vida deportiva, y no centrarnos en resultados, la felicidad inmediata que te dan las victorias está vacía de significado, porque ganar muchos partidos y no crecer para conseguir jugar más arriba en un club como el nuestro no tiene sentido", reflexiona Gómez.
A los resultados negativos constantes se ha unido esta campaña quizá un factor fundamental que han sido las idas y venidas de jugadores en el equipo. Una ausencia de un grupo fuertemente cohesionado que siempre hubiera ayudado a atravesar los baches de cada jornada: "Este año las semanas han sido complicadas porque hemos tenido muchas bajas, muchos jugadores que han cambiado, o que se han marchado y eso es, no sé si clave, pero sí determinante en un equipo. Cuando cambias tanto es que la cosa no va bien, y puedo reconocer que el principal culpable de que eso no haya ido bien soy yo, no he sabido transmitirle a la gente que venía de fuera lo que necesitábamos el club y yo de ellos". Por suerte, aunque no sirviera ya de mucha solución clasificatoria, se consiguió dar con la tecla: "Con el grupo que se quedó al final estas últimas cuatro o cinco jornadas sí he sentido que éramos un grupo, la gente que estaba sí creía en lo que estábamos haciendo y sí tenía un feeling más allá de lo que es el baloncesto. En el vestuario, en los gestos dentro del entrenamiento sí encontramos ese grupo, lo que pasa es que fue demasiado tarde".
En cuatro ocasiones, esas opciones de victoria con las que el Viten Getafe ha llegado al final del ochenta por ciento de sus partidos se han cumplido y han dado pie a momentos especiales en el vestuario: "Sí se ha escuchado esa alegría, la gente que estaba en la grada me han dicho que las hemos celebrado como si hubiéramos ganado un título. Si bien yo me he sorprendido a mi mismo porque no me ha afectado en exceso el ganar o el perder, y eso ha hecho que haya mantenido la tranquilidad para transmitir al final que el resultado no ha sido tan importante sino el recorrido que hemos hecho que a todos nos ha permitido crecer" analiza el técnico madrileño una vez más dejando ver lo que ha sido una temporada de muchas reflexiones.
Para cumplir con el fin de suministrar futuros jugadores al equipo de Liga Endesa, Armando Gómez ve aún difícil dar nombres de la plantilla actual porque ahora "están a años luz del nivel necesario", aunque algo positivo que sacar de la temporada "es que al final del año hemos conseguido que Víctor Moreno y David Cuéllar estén entrenando con el primer equipo, y Jota Cuspinera está satisfecho con el trabajo que están haciendo, pero como ya he dicho otras veces, no es estar sino mantenerse, estar entrenando es fabuloso pero tienen que intentar ser la ficha once o doce de la primera plantilla en años futuros y para eso hace falta mucho más, en todos los sentidos, y a nivel físico que son niños tienen 18 o 19 años". Circunstancia que tiene que ser comprendida por los propios jugadores, entrenadores, club y afición: "Hay que tener paciencia, saber quiénes somos también porque no todos los jugadores que tenemos van a llegar al primer equipo, y lo tienen que saber ellos mismos sin crearles frustración sino para que intente ser el mejor jugador posible, no el mejor jugador de la LEB Plata. En conclusión nosotros tenemos que intentar buscar ese prototipo de jugador que creo que tenemos en el primer equipo, un jugador de ese perfil, que se sacrifique por el equipo, que cada día vaya al entrenamiento a esforzarse lo máximo posible sabiendo que a lo mejor el fin de semana con el primer equipo juega tres minutos, y no todos los jugadores son capaces de entender eso y es lo que yo creo que necesitamos como club, porque el talento desmedido es complicado, vale dinero".
A la cabeza de un proyecto de formación durante las últimas cinco temporadas, el entrenador jefe del Viten Getafe compara la relación entre la consecución de ese objetivo principal y la situación clasificatoria que vaya sufriendo el equipo durante el curso, y "puedo decir abiertamente que el año que más he aprendido como entrenador ha sido este, porque se han dado tantos condicionantes negativos que el gestionarlo te hace ver que lo primero de todo, lo más importante, son los jugadores. Cuando tú ganas tanto piensas que tienes mucho más mérito del que realmente el entrenador tiene dentro de un equipo." confiesa Armando Gómez, y continúa: "De otra cosa que te das cuenta es que al final la liga te pone en el lugar donde realmente estás, tú como entrenador puedes variar la situación uno o dos puestos, más de eso, en función del equipo que uno tiene, es muy complicado".
Aunque ya ha ido dejando píldoras en las declaraciones citadas hasta ahora, el entrenador fuenlabreño se encuentra inmerso en el "análisis de qué he hecho mal, y con qué cosas me puedo quedar. Lo primero que he aprendido es que la temporada empieza en abril o mayo, una vez que acaba el curso presente hay que empezar a trabajar sobre el siguiente buscando jugadores. Lo segundo, no todos los jugadores por muy buen trabajo que hagan en otros equipos te valen para tu equipo, eso es clave sobre todo por la manera que tenemos de trabajar, o la que yo tengo. Además el principal objetivo es que los jugadores jóvenes crezcan y para eso se necesitan jugadores que estén dispuestos a hacerles crecer. Lo tercero, a nivel de gestión de grupo, no todos los grupos son iguales, entonces no puedes tratar a todo el mundo por igual y eso lo he ido modificando durante la temporada porque hay jugadores que no aguantan la exigencia que yo pongo como entrenador y que creo que se puede tener en el grupo. En lo que respecta a los partidos, he intentado dejar que se cometieran más fallos porque es lo que demandaba este equipo y creo que también es bueno a nivel de formación, que el jugador no vea el fallo como algo negativo sino como algo normal", hasta aquí los nuevas lecciones aprehendidas por el técnico es su temporada más dura. Sin embargo, también le ha servido para apuntalar algunos de sus pilares: "En lo que sí me reafirmo como entrenador es que la actitud y el esfuerzo son innegociables, ahí he seguido siendo intransigente y me ha servido de aprendizaje para reconocer que ahora los jóvenes que nos están llegando no son iguales que los que tenía hace cuatro o cinco años, que estaban en otra etapa completamente diferente de madurez, de educación, y creo que me hará en años sucesivos entender mejor a los jugadores que esté gestionando".
Gómez confiesa que no se ha dejado nada en el tintero por probar esta temporada: "Lo he intentado todo, tener un mensaje más positivo, desdramatizar la derrota, cambiar jugadores y traer sólo jugadores junior que pudieran ver lo que es el baloncesto profesional y dejar del todo el tema competitivo, fichar jugadores de un nivel que yo conociese para darle un giro a la situación, hemos hecho (yo creo que el año que más) muchas meriendas después del entrenamiento, y eso sí ha sido una enseñanza, por muy jóvenes que sean, si uno no gana el mensaje pierde valor. Lo que hay que intentar es, aunque nosotros seamos un equipo de formación, hacer un equipo que les facilite el poder llevarse una victoria el fin de semana sin transformarlo en el primer objetivo".
Poniendo fin a un extenso balance de lo que ha sido la ardua travesía del Viten Getafe a lo largo de la campaña 2015-16, y con el descenso deportivo ganado, a expensas de lo que depare el verano ¿dónde veremos a Armando Gómez el próximo curso? "Lo más importante no es Armando Gómez para el club, lo más importante es que se vuelva a tener un segundo equipo que pueda sacar jugadores para el primer equipo sabiendo, y lo repito, que no es fácil, que no es la norma, que si fuese fácil todos los clubes sacarían jugadores para Liga Endesa, pero veo que los aficionados siempre se siente identificados con "gente de la casa", como ellos les llaman, y eso al final acaba haciendo club, que los junior, los infantiles, los cadetes se vean reflejados en el primer equipo o en el filial es el secreto del segundo equipo del Baloncesto Fuenlabrada".
Imagen: Armando Gómez dando instrucciones junto a su ayudante Nelson Migens en un tiempo muerto de partido. Alba Pacheco. Encancha.com
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