El Montakit Fuenlabrada tuvo el último tiro para ganar un partido que teníamos perdido y que casi cae de nuestro lado tras un gran tramo final. El 80 – 81 nos deja con 13 triunfos y 11 derrotas.
21 de marzo de 2016
Es indudable que a lo largo del partido el FIATC Joventut estuvo más cerca de su mejor versión que el Montakit Fuenlabrada. Por eso llevó la delantera en el marcador casi en todo momento. Aunque para ser justos habría que decir que los verdinegros contaban con la plantilla al completo y que los naranjas tenían la ausencia de Popovic, más los problemas físicos de Tabu que sufrió un esguince leve en los primeros minutos del partido. A ello hay que sumar que Ivan Paunic no tuvo el tino de otros días. Tres jugadores claves lejos de su mejor cara.
Para la historia quedará que el partido se decidió con el tiro final de Álex Llorca. Si lo hubiera metido habríamos ganado. Cierto, pero el choque no se perdió ahí, sino en un horrendo final de tercer cuarto que propició un parcial de 3 – 19 que rompió lo que hasta ese momento había sido un encuentro muy nivelado. Así, del 50 – 46 del minuto 24 pasamos a un 53 – 65 al final del tercer periodo que nos obligó de nuevo a intentar la heroica.
Por el FIATC Joventut los protagonistas fueron los esperados. Un Brandon Paul exuberante, jugador de rachas capaz de encadenar triples y mates, aunque un tanto Guadiana en su rendimiento. Y un Sergi Vidal bastante más fiable que sumó cuatro triples, cuatro rebotes y cuatro asistencias con mucho mando en plaza en el equipo.
En nuestro caso, ante la reseñada situación de Popovic, Tabu y Paunic, constatamos de nuevo que tenemos fondo de armario, que uno no marcha sexto tras la jornada 24 sin un gran equipo que respalde a los primeros espadas.
sí, al descanso todos nuestros jugadores ya habían anotado, vimos a un triplete de postes con un amplio muestrario de argumentos, complementarios entre ellos. Un Rolands Smits desubicado de salida, pero que reaccionó ante las banderillas de fuego que supusieron las acciones de Paul y la reprimenda desde el banquillo. El letón fue el máximo anotador y el máximo reboteador de nuestro equipo (15 + 7), el jugador que nos enchufó en el último cuarto y encendió la mecha de la casi remontada final. Y un Álex Llorca muy activo, capaz de aportar en casi todas las facetas, que valoró 10 con tan sólo 2 puntos anotados. Suyo fue el último tiro. De haberlo metido se habría ganado la matrícula de honor.
Pero no entró. Le faltaron unos centímetros a ese tiro para haber completado la remontada que quedó así interrumpida tras un parcial de 9 – 0 en tres minutos con grandes acciones de Urtasun que nos llevó del 71 - 81 del minuto 37 a tener la última bola con 80 – 81. Otro final igualado más. No todos nos van a sonreír.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Fotos de Emilio Cobos.
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