Anoche concluyó la Eurocup 2016/2017, la que nos hizo soñar con el Montakit Fuenlabrada. Acabó con el título de campeón del Unicaja y el MVP de la final para Alberto Díaz, ese jugador todo corazón que hace menos de dos años jugaba cedido con nuestro equipo. Felicidades para ellos y mucho ánimo para el Valencia Basket.
Una final emocionantísima que ha respondido al gran nivel del torneo. Una Eurocup que en el Montakit Fuenlabrada nos ayudó a tomarle el pulso a la competición al inicio de temporada, que nos ha hecho disfrutar ganando seis de siete partidos como locales ante equipazos como Khimki, Lietuvos Rytas, Retabet Bilbao, UCAM Murcia, Herbalife Gran Canaria y Alba Berlín. Esa competición en la que Popovic llegó a ser máximo anotador histórico y en la que Rolands Smits ha sido elegido el Mejor Jugador Joven.
Retomando el hilo de la final y su MVP, diremos que no nos extraña ver la progresión de Alberto Díaz porque hace poco le veíamos trabajar a diario con nuestros técnicos en el Fernando Martín en un curso muy difícil para nuestro equipo. Su cesión le resultó de gran utilidad, a la vista está, pues asumió responsabilidades en momentos tan trascendentales para tratar de evitar un descenso como lo son para intentar ganar un título.
Las lágrimas de alegría de anoche cuando recogía su trofeo de MVP y su copita de campeón nos hicieron recordar las lágrimas de pena y rabia que le brotaban hace menos de dos años enfundado en nuestra camiseta. Acababa de fallar una penetración en la última jugada de un partido clave en la lucha por la permanencia. Esa jugada significó una derrota prácticamente definitiva para la suerte del equipo y Alberto no podía evitar el lloro en las entrañas del Fernando Martín. Seguro que aquellas lágrimas le hicieron mejorar como jugador, tanto como para cambiarlas por las de anoche. Quizá él también se haya acordado.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Foto de Alberto Díaz en el curso 14/15 (Fran Martínez) |