El 75 – 105 no miente esta vez. Decíamos el pasado domingo que los 19 puntos por los que perdimos en Valencia eran mentirosos pues el partido había resultado mucho más peleado de lo que indicaba el marcador final. Esta vez no es así. La treintena de diferencia refleja bien lo ocurrido en el parqué. Justo 30 fue también la distancia en rebotes entre ambos, 24 para nosotros, 54 para ellos.

Ya avisaba el amanecer del partido por dónde podrían ir las cosas. Siempre un segundo por delante, un contacto más potente, un pase más tenso, el Hapoel comenzó pronto a abrir agujero: 3 – 14 en el minuto 5.

Empero nos recompusimos. Mostramos lo que debemos ser. Igualamos y superamos su intensidad, el nivel de atención, la fluidez en la circulación del balón y en seguida igualamos el marcador e incluso nos pusimos por delante con el 19 – 18 del minuto 9. Había partido.

Pues no. La irrupción de Amar’e Stoudemire (logró 24 puntos y 7 rebotes en tan solo 13 minutos) coincidió con el desmoronamiento de nuestro juego. De nuevo superados en defensa así como en el rebote y atascados en la ofensiva. Tan pronto como habíamos remontado se nos volvieron a escapar hasta el 22 – 36 del minuto 13.

Y ya no nos recuperamos. Alternativas defensivas, intentos con más voluntad que acierto, acciones esporádicas, pero sin hilvanar el baloncesto que nos dio tres victorias consecutivas la pasada semana.

Alcanzada la veintena de ventaja el Hapoel se sintió muy cómodo y fue total dominador del juego, demostrando por qué es uno de los principales favoritos al título de campeón. Tanto es así que en el tercer cuarto aparecieron por vez primera dos jugadores como Ohayon y Eliyahu, ambos con muchos partidos de Euroliga a sus espaldas y con una edad perfecta para continuar con un alto rendimiento (31 y 33 años respectivamente).

Lo que se nos avecina exige una gran mejora de nuestro juego pues Barça Lassa y Real Madrid son nuestros dos próximos rivales ligueros en el Fernando Martín, con un viaje a Atenas para visitar al AEK de por medio. Vamos a ello.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.

Foto: Emilio Cobos.