Derrota dura la que sufrimos ayer en Bilbao en un partido muy igualado que se resolvió en el último minuto. La sensación de estar controlando el encuentro desde la defensa (habíamos encajado tan solo 55 puntos en 32 minutos) se diluyó en los últimos ocho minutos en los que recibimos 30 tantos, con lluvia de triples incluida.
Fueron esos minutos finales muy dañinos también por el cúmulo de pérdidas en ataque. hasta 20 balones perdimos en el cómputo global del encuentro, seis justo en esos ocho últimos minutos. La sobriedad defensiva y el buen criterio en ataque de los 32 minutos precedentes desaparecieron al final.
Duele perder siempre, pero más un partido en el que has tenido mejor porcentaje en tiros de dos puntos, en triples y en tiros libres, en el que has dado más asistencias y en el que has logrado más rebotes que el contrincante.
La igualdad fue la tónica en casi todo momento, con ventajas muy cortas en favor de uno u otro equipo. Pero nuestro buen hacer defensivo se vio refrendado por unos minutos brillantes en ataque, con Dusan Ristic como principal protagonista para pasar del 52 – 53 del minuto 28 al prometedor 55 – 68 apenas cuatro minutos más tarde.
Fue un punto de inflexión en el choque. Porque el equipo vasco se rebeló con bravura y con mucho tino triplista. Tan solo un minuto y medio después habían dejado la diferencia en casi nada (64 – 68). Mantuvimos el pulso, a pesar de que ya no estábamos defendiendo al mismo nivel que antes, y un 2 + 1 de Kyle Alexander puso el 72 – 76 a 2:29 de la conclusión.
Los tres siguientes ataques fueron canasta de los bilbaínos y con ello tomaron la delantera (79 – 76). Emegano anotó para el 79 – 78 a 49 segundos del final. Falló el Bilbao su ataque y reboteamos. Quedaban menos de 24 segundos. Teníamos la pelota para ganar. Pero la perdimos. Y acto seguido nos pitaron falta antideportiva. Y ahí se sentenció el partido pues los locales anotaron sin fallo seis tiros libres para alcanzar el definitivo 85 – 80.
Departamento de Comunicación del Urbas Fuenlabrada.
Imagen de acbphoto / A. Arrizabalaga |