¿Cómo estáis llevando la pretemporada?
“Está siendo una pretemporada intensa, entrenamientos, mezcla de partidos, el viaje a Belgrado… las piernas están un poco cargaditas, pero para eso están las pretemporadas, para machacarnos ahora, ponernos al mejor punto físico y prepararnos para lo que viene porque tenemos claro que el año es muy largo. Toca machacarse y llegar lo mejor posible a octubre”.
Y en ese camino ¿qué sensaciones estás teniendo?
“Yo tengo buenas sensaciones. Tenemos mucho por mejorar y por eso precisamente tengo buenas sensaciones, porque veo mucho margen de crecimiento. La calidad del grupo tanto deportiva como humanamente nos va a permitir crecer mucho, todos queremos remar en la misma dirección, no veo a nadie yéndose por su propio camino. Así que veo un grupo que va a seguir mejorando. En las pretemporadas pasa de todo, pero hagas una pretemporada magnífica o una mala, llegarás al inicio de liga sin derrotas ni victorias en la clasificación. Creo que estamos en buen camino para llegar bien al punto que nos interesa”.
Ya tuviste a Toni Ten de entrenador. ¿Cómo está yendo el reencuentro?
“Muy bien, muy fácil porque ya sé cómo trabaja Toni. También tenía ganas de ver en qué ha cambiado su baloncesto tras su año en el extranjero en un equipo de alto nivel en Polonia. Estoy contento con lo que me he encontrado, con las sensaciones que nos está trasmitiendo. Toni tiene muy claro que no vamos a llegar a ningún sitio solo por llevar Fuenlabrada en el pecho, sino que conseguiremos las metas a base de trabajo y de humildad, son unos valores con los que me identifico. Por todo ello tengo tan buenas sensaciones. Individualmente tengo que mejorar mucho, hay que seguir limando cosas y aclimatándose a los nuevos compañeros y a las nuevas exigencias. A base de trabajo vamos a conseguir objetivos, solo con el nombre o el escudo no lo lograremos”.
¿Notas ya conexión con la grada? Parece que la afición se va a identificar mucho con tu manera de jugar.
“Intento salir y hacer mi trabajo, que es que el equipo gane. Si para eso tengo que salir y pegarme con los rivales, siempre dentro de la deportividad, o tirarme al suelo a por los balones y sacrificarme por el equipo, lo voy a hacer. Habrá días de más puntos o de más rebotes, lo que sea, pero siempre centrado en la victoria del equipo. A mí no me vale de nada hacer yo buenos números y perder el partido. Que la gente tenga claro que vamos a ser un equipo basado en el trabajo, tendremos buenos y malos días, pero yendo todos a una para que la gente salga del pabellón orgullosa del equipo que lleva su camiseta”.
Cuéntale a esa gente cómo es la LEB Oro, que tú conoces bien la competición.
“La gente tiene que tener claro que esta es una liga muy dura. Evidentemente, hay equipos más favoritos que otros, pero cualquier equipo te puede pintar la cara, tanto en su casa como a domicilio. La LEB Oro es una liga dura, una lista tosca, en la que se permite un juego más físico, los equipos cierran mucho los espacios en la zona. Hay que saber jugar, ya hemos hablado en el vestuario que habrá partidos que haya que ganarlos por puro oficio, partidos en los que jugarás mal, que no va a ser bonito, pero que habrá que ganarlos. Los equipos que van a estar arriba son los que ganen partidos sin jugar muy bien cada día. Es una liga que se puede disfrutar mucho porque los partidos son muy intensos, igualados y con muchas sorpresas. Es un producto que se puede explotar mucho, que está quedando muy bonito porque están subiendo los presupuestos de los equipos y con ello el nivel de los jugadores. Cada fin de semana puede pasar cualquier cosa. Hay que aplicar lo que dice Ricky Rubio: “never too high, never too low” y mantenernos centrados siempre”.
Departamento de Comunicación del Baloncesto Fuenlabrada.
Foto de Alba Pacheco. |
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